viernes, 10 de septiembre de 2010

Ágora: La Caída del Imperio Romano (Agora)

Aunque por lo general basta con una buena historia, buenas actuaciones o buena dirección para dejarme contento con una película, es indudable que las experiencias cinematográficas más satisfactorias son aquellas que se fundamentan en ideas... su discusión, su expresión y hasta su denuncia. Una buena historia puede entretenernos durante un par de horas; pero una idea puede cambiar nuestras vidas, incluso si es transmitida a través de un medio rara vez celebrado por su inteligencia (me refiero al cine moderno, desde luego). Quizás Ágora: La Caída del Imperio Romano no llega tan lejos, pero sin duda es suficientemente ambiciosa para presentar una verdad simple de manera compleja, tanto por el período histórico donde la ubica, como por la multitud de perspectivas que emplea para examinarla.

El período es al final del siglo cuarto después de Cristo; el lugar es la legendaria ciudad de Alejandría (en aquel entonces la capital de Egipto). El Imperio Romano está a punto de derrumbarse por la colisión de religiones e ideologías que enarbolan las distintas facetas de la población. Y al centro del colapso está la filósofa y educadora Hypatia (Rachel Weisz), cuyos altos conceptos de física y astronomía asombran a sus estudiantes... e inquietan a la incipiente población cristiana, que considera ofensivo todo aquello que contradiga la palabra de Dios. Sin embargo, Hypatia defiende su punto de vista científico, y eventualmente tres de sus estudiantes tendrán un papel importante en la revolución teológica (y política) que culminará con la destrucción de uno de los más importantes acervos culturales que la humanidad conoció...

El director Alejandro Amenábar ha realizado algunas excelentes películas, pero es Ágora: La Caída del Imperio Romano la que se siente como su proyecto más personal... aunque desafortunadamente también es el más inflado con excesivas escenas de fantástica manufactura, pero cuestionable relevancia para la trama principal. En cierto modo lo comprendo... cada cuadro de la película ofrece un derroche de riqueza visual gracias a la cinematografía de Xavi Giménez y a la perfecta combinación de vastos escenarios reales con extensiones digitales que dan asombrosa vida a la ciudad de Alejandría. Claro, esto no significa que Agora: La Caída del Imperio Romano sea estrictamente fiel a la realidad histórica (si es que tal cosa existe)... simplemente propone una "teoría" sobre el destino de la Biblioteca de Alejandría, así como interesantes conjeturas sobre los métodos y descubrimientos científicos de la fascinante Hypatia. Creo que es perfectamente aceptable la "licencia dramática" de Amenábar en vista del entusiasmo y obvio interés que siente sobre el viejo conflicto entre ciencia y religión (o "superstición"... lo que mejor acomode al lector).

O quizás estoy dándole una interpretación demasiado cerrada a las amplias ideas que abarca el libreto de Ágora: La Caída del Imperio Romano. Algunas personas podrán tomarla como una analogía histórica sobre los actuales conflictos religiosos en distintas partes del mundo, y es muy posible que ese haya sido un objetivo secundario del director. Sin embargo me pareció que su propósito va más allá de darnos otra lección sobre el peligro de la religión cuando se mezcla con el gobierno. Creo que uno de los mensajes de la película es que la religión es tan solo la excusa favorita de ciertas personas para imponer su voluntad sobre sus semejantes, y justificar como "maligno" cualquier punto de vista ajeno al de ellos. Claro, South Park expresó algo similar en menos tiempo (y con más roedores del futuro), pero eso no resta un ápice de fuerza y majestuosidad a esta impresionante producción española, cuya épica narrativa se fundamenta en una historia íntima de intensas emociones.

Y supongo que eso nos lleva directamente a elogiar las tremendas actuaciones del elenco entero. Desde luego Rachel Weisz se lleva la gloria como la estoica Hypatia, cuya convicción sobre el valor del pensamiento racional posiblemente cambió el rumbo de la humanidad (para bien o para mal). Pero no hay que olvidar a Max Minghella, Oscar Isaac y Sami Samir como los discípulos de la maestra que siguen (o rechazan) sus enseñanzas según los llamados de sus conciencias individuales. Aunque Amenábar usa nombres históricos, creo que la trama entera es una fábula donde los personajes representan distintos puntos de vista que aún hoy tenemos problemas para conciliar sin ofender a un grupo específico, o sin sacrificar la libertad de otra cultura... o género. En fin, ojalá nadie entre a ver Ágora: La Caída del Imperio Romano esperando batallas épicas al estilo de Ridley Scott. Bueno... sí hay batallas, sangre y violencia; pero el punto no es asombrarnos con efectos especiales (aunque sí asombran), ni emocionarnos con las aventuras de una estoica heroína (sí, también está presente), sino incrementar un poco nuestro sentido crítico con la esperanza de que comprendamos mejor uno de los problemas fundamentales de la humanidad. Es cierto que tal enseñanza a veces parece demasiado forzada y simplista; pero las virtudes técnicas y narrativas de la película superan sus ocasionales defectos de tono o ritmo. Y aunque no me gusta que Ágora: La Caída del Imperio Romano haya tardado casi un año en llegar a mi país, estimo que será doblemente significativo su estreno en una fecha tan cercana al noveno aniversario de un doloroso evento que demostró lo poco que ha cambiado la humanidad en dos mil años. Y honestamente no espero que cambiemos en otros dos mil.
Calificación: 8.5

11 comentarios:

zombidromo dijo...

Es cierto, donde habia quedado esta pelicula? sin duda a muchos no les agradara no ver flechas y batallas con espadas y faldas romanas, pero los europeos tienen distintos puntos de vista a los de hollywod, por cierto PAblo, viste Temple Grandin o You don't know Jack hechas para television? la de Al pacino fue interesante pero Temple grandin es increible, me gusto mucho, no me aburrio en nada, dificilmente le quite los ojos de encima, te la recomiendo... salu2.

@lfredo dijo...

Yo la vi, hace ya tiempo, y debo decir que lo único que salva la película fueron las actuaciones. Queda claro que Amenabar no le interesaba retratar una época con cierto rigor histórico (que en esa película brilla por su ausencia) sino hacer un panfleto anticristiano. Puede extrañarte que un ateo confeso como yo le reproche eso a Ágora (por cierto, ¡qué título más estúpido le pusieron los distribuidores allá!; ¿quién diablos le dijo a esa gente que el asesinato de Hipatia tuvo algo que ver con la caída del imperio romano occidental?), pero ocurre que antes que ateo y cinéfilo soy escéptico y amante de la historia -y si hay que criticar algo, que sea con la verdad por delante-, por lo que me revienta que se distorcione la biografía de un personaje histórico real y su contexto en aras de las opiniones personales del autor de un film. Concuerdo contigo de que el cine es cine y no una academia que da clases de historia, pero una cosa es tomarse licencias, por una u otra razón artística o estética, y otra es simplemente mentir por razones panfletarias, algo no muy distinto a lo que las religiones hacen y que Amenabar emula con total descaro y sin rubor. Sigo prefiriendo cosas como Religulous, pues por lo menos Maher busca testimonios y no contar cuentos distorcionados.
Por cierto, Pablo, te agradezco el enlace a ese excelente artículo en inglés que critica el aspecto histórico de Ágora; aunque el autor se equivoque -mi disculpas si parezco muy presuntuoso- al fechar el "uniforme" del legionario recontruido de la izquierda, pues no es del s. IV sino de finales del s.II y principios del tercero (http://goo.gl/F0el), al menos se toma la molestia de documentarse muy bien en todo lo demás; me pareció tan ilustrativo y riguroso que lo recomendé a un foro de historia romana en la que estoy metido. Me recuerda, por lo exhaustivo a uno similar del historiador español José Luis Calvo (que por cierto es ateo y divulgador del escepticismo) que también criticaba muy duramente el film de Amenabar, echando mano, eso sí, de una profunda erudicción bien argumentada y respaldado con abundante documentación. Desgraciadamente no está actualmente en línea -por una campaña personal que tiene este historiador en pro de los derechos de autor.

Saludos.

@lfredo dijo...

"...sin duda a muchos no les agradara no ver flechas y batallas con espadas y faldas romanas..."

Pues no concuerdo en eso contigo. Exceptuando el hecho de que Ágora tiene "faldas" pero muy poca espadas, flechas y ninguna batalla, el éxito del bodrio televisivo de Spartacus: blood & sand, y al parecer buena acogida de Centurion de Neil Marshall, demuestra que el "peplum" contemporáneo está en su segundo aire.

René dijo...

Está crítica tiene algo curioso, Pablo.

Me parece que el texto no se correposponde con la calificación. A medida que leía se dibujaba en mi mente no menos de un 9.5. Me sorprendió encontrar el 8.5.

De todos modos la incorporo en mi lista de pendiente.

Gracias por la crítica y saludos.

René

Pablo del Moral dijo...

Zombidromo: No he visto ninguna de esas dos películas. You Don't Know Jack me pareció un poco irrelevante porque alguna vez vi un documental muy bueno sobre Jack Kevorkian, y no me apeteció ver una versión "hollywoodizada" de la misma historia, incluso con Al Pacino en el papel principal. Y en cuanto a Temple Grandin, tenía ganas de verla porque me gusta Claire Danes y el resto del elenco está bueno; pero me dio miedo que el tema de trato humanitario del ganado incluyera escenas de tortura animal que usualmente no aguanto. Pero por tu recomendación trataré de grabarla un día de estos. Gracias y saludos!

@lfredo: Muchas gracias por esa interesante perspectiva de alguien que obviamente conoce mucho de historia. Entiendo los puntos que señalas pero, como escribí, yo no tomé Agora como un testimonio histórico, sino casi como un cuento de hadas donde la moraleja no es anti-cristiana, sino anti-extremismo de cualquier tipo. Y, claro, como no se tanto de historia, no me molestaron las (¿excesivas?) licencias que se tomó Amenábar. Pero de nuevo agradezco mucho tu comentario; sin duda amplió mi comprensión de la película y del período histórico que retrata. Je... y gracias por esa referencia al "peplum"... muy acertada ;-) Un abrazo y suerte!

René: Supongo que el texto describe mi aprecio por las intenciones del director y la excelente manufactura técnica de la película; y la calificación refleja mi interpretación del balance entre lo bueno y lo malo. Mis disculpas si alguno de esos enfoques no fue suficientemente claro. Saludos y suerte!

@lfredo dijo...

No, gracias a ti, Pablo, por aguantar mi larga perorata motivado todo por el aspecto seudo-histórico del film; por supuesto que eso va más allá que la simple crítica cinematográfica, pero es que mi preocupación está motivado en que a diferencia de, por ejemplo Gladiator,(otra pifia llena de inexactitudes) en la que cualquier texto de historia puede ilustrar al curioso de lo que verdaderamente le ocurrió al emperador Marco Aurelio y su hijo Cómodo o en el contexto en que vivieron, muy poca gente tiene el interés o las fuentes idóneas a la mano para poder contrastar y refutar lo que pretende mostrar Amenábar.

Ahora, si me disculpan por meter tanta basa, pero creo que es necesario aclarar algunos puntos. Desde luego hay que reconocer que Amenábar no es el único culpable de el desaguisado: lo tienen también sus asesores y las fuentes poco confiables que usaron: Edward Gibbon y, lamentablemente hay que reconocerlo, el célebre divulgador científico Carl Sagan en su serie Cosmos; el primero que por su actitud anticlerical lo llevó cometer muchas inexactitudes; el segundo por copiar literalmente al primero sin siquiera tomarse la molestia de contrastar las fuentes.
A todo esto, por si alguien se interesa por saberlo, ¿qué llevó al asesinato de Hipatia? Pues aunque parezca asombroso no fue por una supuesta guerra entre el fanatismo religioso y la ciencia o el paganismo y el cristianismo. Todo ese hecho puntual fue causado por razones políticas: en el s.V el Patriarca de Alejandría estaba en contra del de Constantinopla; el emperador y sus representantes(entre ellos Orestes, amigo de Hipatia) contra los locales representados por su Patriarca; el centralismo imperial contra los gobiernos locales de la periferia. Por cierto que antes del asesinato de Hipatia, sufrieron el mismo destino dos obispos cristianos nombrados por el gobierno imperial. Es evidente que en un ambiente tan caldeado, como lo era la Alejandría de principios del s.V, tomar partido o parecer tenerlo tuviera sus consecuencias. Desde luego, eso no justifica en absoluto el abominable crimen cometido contra Hipatia (y las dos víctimas cristianas anteriores), sino que hay que conocer el verdadero contexto de como ocurren los hechos históricos a riesgo de que, por decir estupideces y meter la pata, mucha gente ignorante de lo que verdaderamente ocurrió termine creyendo tergiversaciones y teniendo una imagen de la historia llena de prejuicios.

Pablo del Moral dijo...

@lfredo: Muy válidos tus comentarios, y de nuevo agradezco que apliques tu celo histórico para ilustrar a los que nos quedamos con ideas erróneas por la película. En algunos casos he notado que un poco de estudio sobre el tema de una cinta puede mejorar la experiencia (por mencionar dos ejemplos aleatorios, Omagh y JFK), pero obviamente también puede cambiarla por completo cuando los cineastas no se preocuparon por respetar el contexto histórico. Y quizás influye también la apreciación que uno tenga por el director en turno... una cosa es Michael Bay con Pearl Harbor y otra es Amenábar con Ágora ;-) Un abrazo y que tengas muy buena semana!

Nélyda dijo...

De verdad 8.5 a ésta y 8 a la de "5 días para vengarse"? me gustó más la segunda, aunque igual disfrute mucho la primera. Saludos, buen blog. felicidades

Pablo del Moral dijo...

Nélyda: Pues sí, el "sistema" para asignar calificaciones no es perfecto, y a veces causa contradicciones como esa. Ojalá hubiera un método más preciso, pero al basarse en opinión personal, me temo que es impredecible ;-) Saludos y gracias!

Anónimo dijo...

Extraordinario....podemos ver que el cristianismo fue utilizado por un grupo de personas que quera el poder y amoldaron la biblia a su antojo y sus propios intereses..No creo de Jesús haya deseado que despues de su muerte haya tanta violencia como o hubo utlizando su nombre hicieron barbaruidades

Anónimo dijo...

Muy buena pelicula....pero vemos que un grupo de personas ansiosas de poder utilizaron al cristianismo como un escudo para cometer abusos y tener el poder.. eso no ha cambiado mucho e nuestra épocas....a mi me gusto mucho