Quizás poca gente ha leído la novela de Oscar Wilde El Retrato de Dorian Gray, pero podemos estar seguros de que la gran mayoría conocerá la famosa premisa: un hombre vende su alma a cambio de permanecer joven y saludable mientras su retrato envejece; al final, tendrá que pagar un precio muy elevado por tal privilegio. La fácil lección moral de la historia tiende a opacar dos elementos fundamentales: la brillante prosa de Wilde, repleta de sus agudas frases y cínicas (pero ciertas) observaciones; y el profundo arco emocional del protagonista, cuyas reflexiones sobre la naturaleza humana prestan sustancia (y, hasta cierto punto justificación) a su transformación de un joven fresco e ingenuo a un monstruo corrupto más allá de toda redención. La nueva película El Retrato de Dorian Gray hace su mejor esfuerzo por recordarnos esos valiosos elementos, y aunque no me pareció del todo satisfactoria, sin duda representa una sólida interpretación del libro, adornada con modernas técnicas y una sensibilidad clásica.
La historia se desarrolla a fines del siglo diecinueve, y en las primeras escenas nos muestra la llegada del epónimo Dorian Gray (Ben Barnes) a Londres para reclamar la herencia que le dejó su acaudalado tío. Obviamente ingenuo e inexperto en los manejos de la gran ciudad, Dorian parece víctima fácil de embusteros y ladrones, pero es rescatado a tiempo por el sofisticado Lord Wotton (Colin Firth), quien lo empieza a adiestrar en las costumbres de la alta sociedad... y en la práctica de sus vicios. Durante una elegante fiesta Dorian conoce al pintor Basil Hallward (Ben Chaplin), quien queda impresionado por la belleza del joven, y decide hacer un retrato que será el mejor de su carrera y la sensación de todo Londres. Entonces Gray, seducido por su naciente vanidad, admite que vendería su alma para permanecer por siempre tan atractivo como en su pintura. Por alguna razón su deseo se cumple y, bajo la tentadora tutela de Lord Wotton, Gray empieza a sumergirse en los abundantes vicios y placeres de la ciudad sin consecuencia aparente para su cuerpo, pues es su retrato quien muestra las huellas de su perversión. Y aunque no hay demonio o espíritu maligno que venga a reclamar su alma, es obvio que el joven la está perdiendo a consecuencia de su hedonista obsesión...
Esta es la tercera película inspirada en las obras de Oscar Wilde que dirige el cineasta Oliver Parker (después de An Ideal Husband y The Importance of Being Earnest), y aunque el director tiene obvia experiencia y afinidad con estas cintas "de época", El Retrato de Dorian Gray es muy distinta por alejarse del ligero humor de sus predecesoras para presentarnos lo que es, básicamente, una historia de horror gótico ambientada en el complejo entorno victoriano. Aún así Parker realiza un trabajo decente balanceando ambos mundos, y podemos esperar por igual fastuosos vestuarios y escenografía, junto con momentos de sangrienta violencia, un par de baratos sobresaltos y algunos efectos digitales no del todo creíbles, pero útiles para acentuar la sombría atmósfera del último acto. Sin embargo, el mejor "efecto" son las actuaciones de Ben Barnes, Ben Chaplin y sobre todo Colin Firth. La película no me decepcionó en lo que se refiere a las frases célebres de Oscar Wilde, y fue un placer escucharlas en boca de este gran actor, cuyo personaje me pareció mucho más interesante que el protagonista mismo. Firth (y el guión de Toby Finlay) hacen de Lord Wotton una ambigua presencia de indescifrable intención... ¿Será el demonio mismo? ¿O un taimado villano empeñado en la perdición de un inocente joven? ¿O simplemente un hombre temeroso de su vejez que experimenta placer vicario en los excesos ajenos que él mismo no se atreve a disfrutar? Para fortuna del protagonista, la participación de Firth no es muy extensa, pues de otro modo opacaría el notable trabajo de Ben Barnes, quien aborda con aplomo el difícil trabajo de transmitir la degeneración moral de Dorian Gray a través de su sereno rostro e impecable apariencia. Estimo que no fue fácil interpretar al villano (¿o es un "anti-héroe?) sin apoyarse en las típicas herramientas de la "maldad" al estilo británico.
La verdad es que entré al cine esperando una pomposa y aburrida interpretación de la novela clásica, pero salí agradablemente sorprendido por la ambición dramática, impecables actuaciones y elevada energía de El Retrato de Dorian Gray. El libreto introduce cambios sustanciales sobre la historia original, lo cual podría molestar a los devotos de Oscar Wilde; sin embargo a mi me parecieron apropiados, y en algunos casos (como la hija de Lord Wotton, interpretada por la vivaz Rebecca Hall) interesantes variaciones que el mismo Wilde podría haber imaginado (a menos que le parecieran demasiado obvias y, por lo tanto, aburridas). Creo que hay elementos "modernos" en la cinta que no resultan muy afortunados, como ciertos efectos especiales (varias tomas del viejo Londres parecen escenarios de video juego), algunos refranes musicales pseudo-"heavy" y un par de escenas que no estarían fuera de lugar en Hellraiser. Por el lado positivo, me gustó que Parker y su guionista no se acobarden al mostrarnos los abismos de depravación en los que cae el protagonista en su "constante búsqueda de nuevas sensaciones". Entonces, puedo recomendar El Retrato de Dorian Gray para aquellos interesados en ver una historia clásica contada con renovado ímpetu sin perder respeto por el espíritu de la obra original, aunque no sea necesariamente fiel al texto literal. Por si a alguien le interesa, yo pondría esta cinta más o menos a la par de A Good Woman y An Ideal Husband, pero por debajo de la más atmosférica y teatral The Portrait of Dorian Gray realizada en 1945. Claro que esta nueva versión tiene más sexo, drogas y cadáveres desmembrados que cualquiera de sus predecesoras, lo cual podría darle cierta ventaja para audiencias modernas. Después de todo, como Lord Wotton aconseja, “no hay límites“.
Calificación: 8
domingo, 8 de agosto de 2010
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6 comentarios:
A mí me encantó el libro (Y las obras de Wilde en general)Es una pena que, como tú dices, pocos hayan leído la novela, puesto que es mucho menos densa y mucho más accesible que obras con una premisa similar como "Fausto"...Aún no he visto ninguna adaptación fílmica de la obra, ni siquiera la versión de 1945 con George Sanders...No sé si me animaré a ver esta versión...
Tienes algun comentario sobre la pelicula Pontypool (2008) la vi hace poco y me gusto mucho, me gustaria saber si la viste o si escribiste alguna critica sobre ella.., gracias!
Hola Pablo:
¡Aún recuerdo la obra! La leí de adolescente, en la colección biblioteca básica de Salvat si mi memoria no me falla. Aunque no recuerdo ese tour de force final con enfrentamiento entre Wotton y Gray, incendio incluido. Corrígeme si me equivoco. Pero lo importante es que fue una buena interpretación de la obra de Wilde. La esencia está ahí, aunque se haya añadido un atropellamiento con tranvía je,je. Lo importante es que el director hizo un filme interesante, entretenido y con brillantes actuaciones. Por cierto, las mejores actuaciones suelen hallarse en el cine inglés. Tengo entendido que ensayan bastante antes de la filmación, cosa que no sucede mucho en las filmografías de otros países. Ojalá le dé a este director realizar más obras de Wilde como El Gigante Egoísta y El Cumpleaños de la Infanta (esta última quedaría fantástica como musical)
Recibe un afectuoso abrazo y saludos a todos.
ATTE: EL SORPRENDENTE HOMBRE SPAM
Alvaro: Pues, honestamente, ninguna de esas versiones alcanza la riqueza del libro, pero ambas pueden ser experiencias agradables, siempre y cuando no busques fidelidad absoluta. Digamos que la de 1945 es más "clásica" y sombría, mientras que esta reciente interpretación se apega más al estándar de horror contemporáneo... lo cual puede sonar como insulto, ahora que lo pienso, pero no es tan mala. En fin, si decides ver alguna no dejes de contarnos qué te pareció. Saludos y suerte!
Loany: A mi también me gustó, pero no escribí la crítica a tiempo... me pregunto si ya es demasiado tarde. Gracias y saludos!
Hombre Spam: Pues no... yo tampoco recuerdo fuego digital ni sobresaltos forzados en el libro ;-) pero igualmente me entretuvo bastante esta película. En cuanto a lo de los actores ingleses, creo que coincido contigo, aunque yo lo atribuiría más a la tradición teatral de ese país. Siento que los actores formados en el teatro deben aprender a "proyectar" su interpretación al público, mientras que los que se educaron frente a la cámara de TV o cine muchas veces no saber cómo hacer esa "conexión" con el público. Como sea, tienes toda la razón al decir que en promedio se pueden encontrar mejores actuaciones en el cine inglés. Un abrazo y que tengas un gran fin de semana!
Pues en la versión del 1945 solo noté de diferencia con el libro que en la película la chica Vane (cantante) accede a la intimidad con Gray pero en el libro (es actriz)solo actúa mal en el escenario. Es la versión mas fiel de todas hacia con el libro.
Luciano García Díaz: Muchas gracias por ese dato; recuerdo haber visto aquella versión, pero al parecer es más fiel que esta interpretación moderna. Saludos y feliz semana!
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