La corrupción policial ha sido un tema recurrente en el cine casi desde sus inicios. Cintas clásicas, como Scarface (la original de 1932) y The Asphalt Jungle (de 1950) denunciaron la realidad de los policías seducidos por el camino fácil del crimen, traicionando la confianza del público y la ley que juraron proteger. Sin embargo en aquellos tiempos los policías corruptos eran los villanos de la historia; pero en los setentas la perspectiva cambió gracias a películas como Shaft y Electra Glide in Blue, donde se mostraba que la ética y rectitud podían convertirse en obstáculos para combatir a los cada vez más violentos y astutos delincuentes. Podemos suponer que esos nuevos "anti-héroes" surgieron a raíz del desencanto que la gente sentía con las autoridades, y de la triste realidad de que ya no eran creíbles los puros e incorruptibles héroes de antaño. Sobra decir que la vida real ha empeorado en nuestro siglo, y el cine se ha adaptado con películas (y series de televisión) donde la línea entre héroes y villanos se hace cada vez más difusa.
Lo cual nos lleva a Permiso Para Matar, la más reciente cinta del director Antoine Fuqua, en la que recorre terreno similar al que visitó en Training Day hace 9 años. Esta vez la trama sigue a tres policías en distintos puntos de sus carreras: Sal (Ethan Hawke) es joven e impulsivo, pero trabaja con empeño para mantener a su familia, lo cual se vuelve más difícil cuando su esposa Angela (Lily Taylor) anuncia que pronto tendrán gemelos; entonces, viendo las grandes cantidades de dinero que manejan los traficantes de droga, Sal encuentra muy tentador quedarse con un poco sin que nadie se entere. El segundo policía es Tango (Don Cheadle), quien se ha infiltrado hasta los más altos niveles en la organización del narcotraficante Casanova (Wesley Snipes), lo cual ha dado muy buenos resultados para la policía... y también ha destruido su familia. Finalmente tenemos a Eddie (Richard Gere), exhausto veterano con la difícil tarea de entrenar policías novatos, cuando lo único que le interesa es sobrevivir los pocos días que le quedan antes de su retiro. Al principio de la película ninguno de los tres se conoce, pero eventualmente sus respectivas labores chocarán violentamente en un momento decisivo para todos los implicados, que por supuesto cambiará sus vidas.
Sin duda es un concepto provocativo y, en manos de Fuqua, da como resultado muchas interesantes escenas de disyuntivas morales, luchas de conciencia y decisiones imposibles. Desafortunadamente la ambiciosa estructura se siente difusa, y cuesta trabajo encontrar el punto en común que impulsa las tres historias (además de los obvios conflictos éticos que todos experimentan). En otras palabras, me interesé en los personajes y sus respectivos dilemas, pero me cansaron las abundantes escenas secundarias que quizás añaden textura y "realismo" al relato, pero que a fin de cuentas dividen nuestra atención sin causa justificable y alargan innecesariamente la película. Tal vez si viera Permiso Para Matar por segunda vez encontraría el sentido de esas escenas; pero mi primera impresión fue de mucho relleno. Como sea, no pretendo averiguarlo.
Aún así disfruté la película por la eficiente dirección de Fuqua, siempre disciplinada y libre de trucos que no hacen falta para generar suspenso. Las actuaciones son generalmente buenas; Ethan Hawke me pareció un poco exagerado (aunque funciona para su personaje), mientras que Don Cheadle es perfecto como el ambivalente policía cuya lealtad dividida no se debe a la simple ambición, sino a las lecciones que le ha dado la vida en ambos lados de la ley. Y, claro, Richard Gere podría interpretar hasta dormido el papel del veterano cansado de luchar una guerra interminable, pero con suficiente conciencia para seguir intentándolo un día más. Adicionalmente merecen mención el gran Will Patton como un clásico "traje" que solo quiere resultados; Ellen Barkin en el papel de policía/política, más interesada en su carrera que en el cumplimiento de la justicia; y, desde luego, me dio enorme gusto ver a Wesley Snipes de regreso en una película "seria"; espero sinceramente que su carrera se recupere y lo rescate definitivamente de las mediocres películas directas a DVD que estuvo haciendo durante tantos años.
Finalmente diré que Permiso Para Matar me gustó más que The Departed, pero menos que Narc y Dark Blue, dinámicas cintas de similar tema con guiones más concisos. Hay bastante sangre y violencia en la película pero relativamente poca acción, de modo que no hay que esperar acrobacias ni desafíos de la física... solo de la lógica. Como sea, los considerables agujeros en el libreto no me impiden recomendar Permiso Para Matar como un sólido thriller policíaco con buenos actores e interesantes ideas; y, en una perspectiva más amplia, como un duro recordatorio de que los "héroes" ya no necesitan ser buenos; simplemente menos malos que los villanos. Mientras no cambie la situación en el mundo real, tendremos que acostumbrarnos a esta gris moralidad y dudosa benevolencia. Sospecho que será más fácil de lo que imaginamos.
Calificación: 8
viernes, 11 de junio de 2010
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2 comentarios:
Pablo, también ví esta película hoy, y también me gusto aunque senti que Fuqua quizo abarcar muchas cosas y hay un momento en su segunda hora que todo parece muy caótico y disperso, pero al final vuelve a encarrilarse y toma su rumbo, la verdad me parecio una inteligente, sincera y realista cinta policiaca, pero como dices, menor que "Narc" (que es de mis favoritas en el género) "Dark Blue" y la gran "Día de Entrenamiento" (por cierto senti que el personaje de Hawke es como la continuación de donde se quedo el personaje en dia de entrenamiento precisamente).
Y si, que bien ver a Wesley de nuevo en algo bien, y pensar que después de "Pasajero 57" lo consideraba de mis heroes de acción favoritos, me gustaba mucho esta cinta de niño, aunque tengo tiempo sin verla, pero algo me dice que me seguira gustando, ojala ya salga del barato nicho de películas directas a dvd.
Saludos y Suerte!!
Mr Soprano: Pensé lo mismo sobre el personaje de Ethan Hawke, e incluso chequé en el IMDb si su nombre había sido el mismo en Training Day, pues Brooklyn's Finest no hubiera quedado mal como pseudo-secuela. Pero bueno, no fue así, aunque tampoco creo que la selección del actor para ese papel haya sido accidental. Por lo demás, coincido con lo que piensas, sobre todo en lo que respecta a Wesley Snipes; recuerdo con agrado Passenger 57, pero creo que en mi mente se consagró hasta "Blade". Claro que desde antes había apreciado su trabajo en Rising Sun y To Wong Foo, Thanks For Everything Julie Newmar (caray, cómo pasa el tiempo!). En fin, un abrazo y muchas gracias por tu comentario!
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