Amo a las 5 (My Last Five Girlfriends)

No quiero sonar como snob (ese barco ya zarpó), pero por alguna razón encuentro las comedias románticas británicas ligeramente más tolerables que las norteamericanas. De hecho, mis películas favoritas (?) de ese género provienen del Reino Unido. No sé si serán los graciosos acentos, los actores con experiencia teatral o, simplemente, que el humor británico se adapta mejor a este tipo de material; después de todo, no olvidemos que Shakespeare es uno de los padres de la moderna farsa romántica (no lo verifiquen en Wikipedia, por favor). Como sea, gracias a cintas como About a Boy, Love, Actually y Bridget Jones' Diary, me dieron ganas de ver Amo a las 5, una comedia inglesa que no examina una, sino cinco relaciones románticas, junto con las causas de su disolución. Y si bien está muy (MUY) lejos de compararse con las mejores del género, al menos ofrece suficientes risas e incisivos mensajes para distinguirse de sus mediocres contrapartes norteamericanas.

La trama comienza con un sombrío momento en la vida del joven arquitecto Duncan (Brendan Patricks), a quien encontramos escribiendo su nota suicida, dirigida a las cinco mujeres que lo abandonaron en los últimos cuatro años. Entonces vemos "flashbacks" de las relaciones y eventos que lo llevaron a esa fúnebre decisión. La primera mujer es Wendy (Kelly Adams), a quien conoció casualmente en un avión. ¿O fue casualidad? Parece haber demasiadas coincidencias entre ambos, como si su encuentro estuviera predestinado. Después conocemos a Olive (Jane March), tan reservada e impersonal que Duncan no sabe lo que quiere, y trata desesperadamente de cambiar para adaptarse a las expectativas de la chica... ¿será un error perder su identidad para complacerla? La siguiente es Rhona (Cécile Cassel), atractiva y entusiasta, pero con gustos ligeramente distintos a los de Duncan. Tan ligeramente que no debería importar... sin embargo, como bien sabemos, los detalles que parecen triviales pueden convertirse en obstáculos infranqueables. A continuación llega Natalie (Edith Bukovics), demasiado abierta y cariñosa... ¿qué estará ocultando? Y finalmente Gemma (Naomie Harris), la más reciente pareja de Duncan, perfecta en todos los aspectos... hasta que deja de serlo.

A primera vista parece que estamos viendo otro refrito de "los problemas de la gente bonita", con actores y actrices ridículamente atractivos y poco creíbles como gente normal, lo cual hace difícil identificarnos con ellos. Sin embargo, Amo a las 5 establece rápidamente un peculiar estilo visual, separándose de la prosaica manufactura habitual en otras comedias románticas, que casi siempre parecen "sitcoms" con mejor iluminación. En vez de ello, la cinta aspira a algo más creativo, pues los mencionados "flashbacks" no son simples recuentos de hechos pasados, sino elaboradas viñetas repletas de efectos especiales, inventivas metáforas visuales y vistosas recreaciones de momentos clave en los romances de Duncan. Y lo mejor es que estos trucos no solo pretenden ocultar la frivolidad del relato principal, sino transmitir algunas interesantes propuestas y observaciones sobre las relaciones románticas; o, concretamente, sobre por qué fallan tan seguido.

Sin embargo, la desbordada creatividad del director Julian Kemp y sus diseñadores no siempre funciona como debería. Por cada detalle simpático o ingenioso (por ejemplo, el truco de los calcetines, o el elefante de peluche parlante), hay muchos momentos que se sienten forzados, y solo sirven como adorno visual sin contribuir realmente a la historia. El más claro ejemplo es "El Mundo de Duncan", un imaginario parque de diversiones donde cada juego representa a una de sus ex-novias. Hay potencial en esa idea, pero no encontré lógica en su empleo, pues no parece haber equivalencia entre dichos juegos y las experiencias de Duncan. Entonces el parque se convierte en simple aderezo visual que pretende dar alguna débil semblanza de cohesión narrativa a los "flashbacks"; honestamente no sé si lo consigue. De cualquier modo aprecio el esfuerzo por mantener el interés del espectador, tanto con los artificios visuales como con un libreto lleno de agudos comentarios y sagaz análisis; en particular me gustó la contribución del sociólogo S.M. Greenfield, quien describe al "amor" como uno de los pilares del capitalismo. Me pareció al mismo tiempo triste e inspirador.

Está muy lejos de llegar al mismo nivel de About a Boy o Bridget Jones' Diary, pero quizás esa nunca fue la intención de Amo a las 5. En vez de repetir la clásica historia de "chico conoce chica, se enamoran, se enojan y al final se reconcilian", pretende analizar las causas detrás de esos clichés, y lo hace con estilo e inteligencia... tal vez demasiado en el primer caso y no suficiente en el segundo. Aun así puedo recomendarla como una imperfecta comedia rescatada por su sólido sentido común y acertados mensajes sobre el amor, el desamor y la posible falacia de ambos. Estimo que olvidaré rápidamente sus generalidades y caprichos visuales, pero fue una experiencia mejor de lo que esperaba y sin duda recordaré algunas de sus lecciones. Con suerte no tendré que utilizarlas.

Calificación: 7.5