jueves, 28 de abril de 2011

Cine Clásico: Don't Be Afraid of the Dark (1973)

Generalmente me abstengo de revisitar una película "clásica" cuando se aproxima el estreno de su re-make, pues en verdad trato de apreciar los refritos objetivamente, sin contaminar la experiencia con nostalgia excesiva o comparaciones injustas (aunque no siempre lo parezca), sobre todo si se trata de una obra que tuvo particular influencia en mi vida. Sin embargo, el muy esperado re-make Don't Be Afraid of the Dark (producido por Guillermo del Toro) se retrasó por disputas de distribución que previnieron su estreno en el 2010, a pesar de la buena respuesta que tuvo en festivales de cine alrededor del mundo (según Fangoria y otros sitios especializados). Entonces, cansado de esperar, decidí ver nuevamente la versión original de 1973 para refrescar mi memoria y empezar a preocuparme por lo mucho que puede salir mal en una moderna re-interpretación. Pero, curiosamente, terminé aceptando que el re-make es una buena idea, pues aunque me sigue gustando la simplicidad de la original Don't Be Afraid of the Dark, creo que su excesivamente modesta producción no logró aprovechar el potencial de la historia. Con suerte no tendré que comerme estas palabras.

Realizada para televisión en 1973 por la cadena ABC, Don't Be Afraid of the Dark fue una de esas anónimas y desechables "películas de la semana", con las que se llenaba la programación en noches de bajo "rating" (en este caso los miércoles). Además (para estudiosos de la televisión), las películas de la semana representaron el punto final de los "teleplays", aquella variación de obras teatrales televisadas que fueron el estándar de la programación en las primeras décadas del medio, antes de que las "series" se convirtieran en el formato popular. Bajo ese criterio es más fácil disculpar los bajos valores de producción, mínimas locaciones y atmósfera casi teatral de Don't Be Afraid of the Dark.

Pero bueno, como dije al principio, lo importante es la historia. Los protagonistas son Sally Farnham (Kim Darby) y su esposo Alex (Jim Hutton), a quienes encontramos instalándose en su nueva casa, una vieja mansión que ella heredó de sus abuelos. Durante las renovaciones Sally decide acondicionar un sótano como estudio personal y, desafiando las advertencias del anciano intendente que trabajó con sus abuelos, abre una chimenea que se mantuvo sellada durante mucho tiempo... y empieza a escuchar voces que dicen su nombre. Asustada, le cuenta el fenómeno a su esposo, quien la tranquiliza con explicaciones mundanas. Pero en los días siguientes Sally empieza a notar extraños movimientos en los rincones de la mansión, y siente que es observada por pequeños ojos desde la oscuridad. ¿Habrá dejado salir accidentalmente algo que estuvo encerrado en el sótano durante muchos años?

Y así, a lo largo de dos horas (setenta y cinco minutos sin comerciales) presenciamos el desmoronamiento emocional de Sally, quien no sabe de qué asustarse más: de la presencia sobrenatural que la acecha, o de parecer una loca histérica frente a su marido y sus amigos "de sociedad". Incluso su mejor amiga Joan (Barbara Anderson) reacciona con incredulidad ante las bizarras descripciones de pequeñas criaturas que habitan en la oscuridad y aparentemente quieren robarle el alma. Y, claro, cuando empiezan las muertes, todas las sospechas recaen en la tímida ama de casa que parece frágil e inestable. Esa clásica situación hitchcockiana está bien manejada por el libreto, pero podría haber llegado más lejos en todos los sentidos con un elenco más fuerte y una producción más pulida.

Desafortunadamente la pobre manufactura de Don't Be Afraid of the Dark arruina algunas escenas de suspenso, mal iluminadas e ineptamente coreografiadas. El diseño de producción es prácticamente inexistente (para quienes tengan la edad suficiente, imaginen escenarios y cinematografía dignos de un mal episodio de Columbo o McMillan and Wife). Y los efectos especiales se reducen a un par de máscaras de goma, un reflector verde y algunos "props" gigantes para mostrar la minúscula escala de las criaturas. Por el lado humano tenemos a Kim Darby (la niña en la original True Grit) y Jim Hutton (más conocido como protagonista de la serie Ellery Queen) representando con cierto éxito los clichés del matrimonio setentero (y no solo me refiero al vestuario), aunque no siempre muestran la convicción ni carisma necesarios para hacernos partícipes de su emociones (tampoco puedo culparlos... participar en una "película de la semana" - ¡y de terror, además de todo!- no debe haber sido un trabajo particularmente digno en aquel entonces). Aún así hay algunos momentos de terror que funcionan bien a pesar de tantas limitaciones, y quizás por eso Don't Be Afraid of the Dark sigue siendo recordada con afecto como un entretenido anacronismo que afectó a los niños de una generación, y que es más valioso hoy por su valor nostálgico que por sus atributos como genuina obra de terror setentero. Como sea, no hay muchas "películas para televisión" que gocen de un culto similar, y mucho menos que merezcan re-makes modernos, así que sin duda merece la atención de aficionados al género que puedan apreciarla por lo que representa, y no tanto por lo que realmente fue. ¡Lo cual prepara el terreno para mi entusiasta aclamación por Kiss Meets the Phantom of the Park!... bueno, quizás otro día.
Calificación: 7.5

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pablo, genial por las modificaciones que hiciste al blog, y además por ampliar Imagen en Negativo a Facebook y Twitter. Pensé que nunca "ampliarías tus horizontes" pero bien por el cambio. Por cierto, hace falta un poco más de cine clásico en el blog; sé que necesitas inspiración para ello, lo cual no se logra con todos los "clásicos" del cine. Pero críticas de cintas como Lost Highway, Blue Velvet... y montón más que no me vienen a la mente, creo que merecerían tener sus escritos. Quizás con el tiempo, aún así, felicidades.

Saludos!

Anónimo dijo...

No me había fijado en las cosas esas de Facebook, pero que bien.
Creo que las críticas de las anteriormente mencionadas películas ya las había hecho para Cinencanto, pero bueno, otra revisión a los clásicos no caería mal sobre todo por que hay quienes no conocen de Cinencanto.
Saludos.

Pikuy

Atiéndeme el teléfono, Ghostface dijo...

Pablo, por qué decidiste meterte a las redes sociales? No que estabas en contra de ellas o que no las encontrabas útiles? Es que hasta comenzaste la crítica de The Social Network juzgándo a Facebook... es simplemente una duda. Aunque recuerdo que habías dicho que no verías la tercera de Narnia y debido a los escasos estrenos (o algo así) decidiste verla.

Imagen en Negativo se está volviendo famoso y quizás sea tenido en cuenta a la hora de ir al cine.

Pablo del Moral dijo...

Anónimo: Gracias; me alegra que te hayan gustado las modificaciones. La verdad tengo mis dudas, pero bueno... veremos cómo funciona el blog con esas herramientas. En cuanto a la necesidad de más cine clásico, estoy de acuerdo; el problema es que en ocasiones los estrenos (tanto en cine como en DVD) no me dejan mucho tiempo para dedicar a alguna película antigua. Y, finalmente, confieso que no me siento capaz de decir algo nuevo sobre Lost Highway y mucho menos Blue Velvet, después de lo mucho que se ha escrito sobre ellas. Pero quizás algún día ;-) Saludos y gracias!

Pikuy: Estrictamente hablando nunca escribí críticas "largas" de esas películas; pero las respectivas calificaciones que les puse en un comentario del blog de Cinencanto fueron 10 (LH) y 9 (BV). Gracias y saludos!

Atiéndeme el Teléfono, Ghostface: Pues a pesar de mis reservas sobre las redes sociales decidí incorporarlas al blog para incrementar su tráfico. Además, en mi defensa, no soy "YO" el que está en Facebook y Twitter, sino Imagen en Negativo. Sí, ya sé... es una excusa muy débil, pero tengo que creerla para no sentir que perdí toda integridad ;-) Saludos y gracias!