Ga'Hoole: La Leyenda de los Guardianes (Legend of the Guardians: The Owls of Ga'Hoole)

El título original de esta película sirve para describir sus fallas y cuestionables aciertos: la frase "La Leyenda de los Guardianes" evoca las incontables obras de genérica fantasía que confunden excesiva solemnidad con genuina profundidad dramática; y el subtítulo "Los Búhos de Ga'Hoole" indica el forzado "gimmick" de ubicar la historia en una bizarra sociedad de búhos para darle una identidad única (aunque no muy lógica) que la distinguirá de la competencia. Entonces, tenemos como resultado una confusa historia de héroes y villanos, pero con búhos y lechuzas de todo tipo. ¿Vale la pena verla? Sí y no.

La trama sigue a Soren (voz de Jim Sturgess), un joven búho que vive felizmente con su familia (y una serpiente) en el reino de Ga‘Hoole, donde se divierte escuchando las leyendas de los Guardianes, una orden de búhos heroicos y justicieros que desaparecieron hace tiempo. Un día Soren y su hermano son secuestrados y llevados a una escuela secreta, donde serán entrenados como soldados para una facción de búhos agresivos y totalitarios, que planean conquistar el reino. Soren logra escapar con ayuda de su amiga Gylfie (voz de Emily Barclay), y se da cuenta de que sólo los Guardianes podrán derrotar a "los Puros" que amenazan el apacible mundo de los búhos. Pero... ¿dónde podrá encontrarlos?

Empezaré por lo bueno... las imágenes. Ga'Hoole: La Leyenda de los Guardianes ofrece una calidad impresionante de animación, y pasé la mayor parte de la aburrida historia admirando la autenticidad de los "actores", escenarios, efectos atmosféricos e iluminación, que en muchos aspectos rivalizan el igualmente impresionante trabajo de Avatar, quizás no en cantidad y escala, pero sí en detalle y realismo. En particular me sorprendió el vuelo de los búhos en una tormenta y, claro, la obligatoria "batalla final" de los héroes contra los villanos (asumo que no es un "spoiler"... después de todo, la experiencia reciente nos ha enseñado que no puede haber una película de fantasía sin una gran batalla final, para llegar al nivel épico que los estudios aspiran).

El problema es que, al igual que Avatar, Ga'Hoole: La Leyenda de los Guardianes usa su asombrosa pericia técnica para disfrazar una historia trillada y previsible, construida a base de los mismos clichés y arquetipos que ya estoy cansado de ver reciclados en tantas películas: desde el joven menospreciado que lucha contra su inseguridad para triunfar en su misión, hasta el sabio mentor que intuye el potencial de su protegido, sin olvidar el obligatorio "comic relief" y los villanos carentes de profundidad o descripción más allá de su maldad. Cierto, el argumento añade un subtexto semi-político, y podemos fácilmente asociar diversas analogías del mundo real con la lucha entre búhos fascistas y búhos defensores de la libertad (¿Nazis vs. Aliados? ¿Talibán vs. Coalición? ¿Mac vs. PC? Ustedes elijan). Pero a fin de cuentas el único mensaje que perdura es "el cine en tercera dimensión es una buena excusa para elevar el precio de los boletos".

Para variar, estoy pidiéndole demasiado a una simple película familiar, y por el lado positivo puedo mencionar la dinámica dirección de Zack Snyder (que incluye su característica obsesión con las "rampas" de velocidad y el dramatismo de la cámara lenta), y el compromiso que mostró al no humanizar demasiado a los búhos, a quienes vemos cazando ratones, regurgitando desechos y comportándose de manera más o menos realista... claro, sin no tomamos en cuenta su uso (¿y manufactura?) de cascos, garras metálicas y una extraña arma de propiedades tal vez mágicas. Pero las buenas intenciones del director solo hacen más obvia la monótona narrativa de la película, de modo que la única razón para recomendar Ga'Hoole: La Leyenda de los Guardianes es la tremenda labor del estudio australiano Animal Logic, pues sin mucha fanfarria logró forjar un mundo imaginario que se siente consistente, vibrante y repleto de criaturas exóticas que desafían nuestra interpretación de la animación contemporánea. Lástima que se haya invertido tanto esfuerzo en una historia fundamentalmente absurda y rutinaria que me hizo bostezar hasta que me salieron lágrimas (lo cual arruina el efecto 3D). Pero bueno... al menos tienen garantizada una nominación al Óscar por Mejor Película Animada, y quizás alguna categoría técnica. Eso es lo que quieren los niños, ¿cierto?

Calificación: 6