Conjurer

Sin aspirar a ser una sobresaliente película, Conjurer resultó una agradable sorpresa por construir una tradicional historia de fantasmas "a la antigua", creando suspenso por la manera tradicional y evitando (dentro de lo posible) el fácil camino del "gore" y de los tediosos trucos de edición que se han vuelto la norma en el cine de bajo presupuesto que aún se atreve a emular las modernas cintas de terror asiático.

Al principio de la película conocemos a la aparentemente perfecta pareja de Shawn (Andrew Bowen) y Helen (Maxine Bahns), cuya felicidad se derrumba cuando el embarazo de la mujer termina trágicamente por razones misteriosas. Entonces, para recuperarse del doloroso lance, Shawn y Helen deciden mudarse temporalmente a una cabaña en el campo, mientras se construye su nueva casa en una rústica comunidad. Pero desde el principio Shawn empieza a notar extraños eventos que de algún modo se relacionan con una decrépita casucha abandonada en los límites de su propiedad, en la que supuestamente habitó una célebre bruja que prometió nunca abandonar su hogar...

No hay gran misterio en el argumento, que simplemente recicla la bien conocida fórmula de la casa embrujada, pero lo hace de manera sobria y competente, cumpliendo modestamente con su función de generar una angustiosa atmósfera y crear tensión en el espectador gracias a la probada práctica de "cocinar a fuego lento" el desarrollo de los eventos paranormales. No niego que en un par de ocasiones cae en el error de emplear primitivos efectos digitales para subrayar el terror; también recurre a los irritantes sustos artificiales, donde un evento trivial va acompañado por un estridente acento musical para sobresaltar al espectador... pero no abusa de ambas herramientas, como lo hacen tantas otras películas mal escritas e incapaces de sorprender al público sin esos baratos trucos.

No obstante, un problema más o menos importante es la actuación de la guapa Maxine Bahns. El tema central de maternidad amenazada por un fenómeno externo es obviamente esencial para la trama, pero Bahns parece ser más atleta que actriz, sin profundidad emocional y con reacciones fingidas que sabotean el éxito de algunas importantes escenas, particularmente al final de la película. En el papel del marido Andrew Bowen tampoco demuestra inmenso talento, pero en comparación con su "esposa" parece ser un titán histriónico. La dirección de Clint Hutchinson (quien debuta en largometrajes con esta cinta, luego de trabajar como supervisor de efectos especiales) es minimalista, y no me queda claro si fue por falta de visión artística o porque realmente consideró que "menos es más"... pero de un modo u otro funciona bien en el contexto de esta concisa película, y su parco estilo complementa la sencillez de la trama.

Quizás ya me saturé de ruidosas películas de terror desesperadas por conseguir una reacción de su público a cualquier costo, y por eso aprecié el sucinto tono de Conjurer y su informal atmósfera, aunque no sea propiamente una gran película. Como sea, puedo recomendarla con algunas reservas sobre su elenco y algunas decisiones técnicas, aunque con la confianza de estar en presencia de una película que parece conocer la diferencia entre "anticuado" y "clásico". Conjurer acepta su predecible fórmula y la ejecuta con apta convicción y libre de afectaciones. "Menos es más" es indiscutiblemente una lección que otros directores deberían aprender.
Calificación: 7