Quizás para este momento Hollywood está comprendiendo que las interminables películas con pesado tema político y bélico saturaron ya el gusto y dejaron satisfecho el descontento del público norteamericano (y, en gran medida, del mundial). Los que están convencidos no necesitan más sermones; y los que coinciden con la agresiva política exterior de Estados Unidos (al menos en lo que respecta a los países con reservas petroleras), no cambiarán de opinión en su apoyo de las prácticas "pro-América" que hemos visto en los últimos ocho años. Sin embargo, eso no ha detenido a muchos cineastas quienes, tratando de buscar nuevo material, centran su atención no en la guerra misma, sino en sus aspectos periféricos que, de manera directa o tangencial, tienen notorias consecuencias sociales.
Así hemos visto cintas como In the Valley of Elah y Stop Loss, que ofrecen desconsoladoras visiones de los soldados que regresan a su hogar; Lions for Lambs, Rendition y Syriana, que examinan la ideología detrás de los conflictos; y finalmente obras que podrían considerarse de acción si no fuera por su solemne mensaje político, como The Kingdom y la serie Generation Kill. Pero pocas veces se ha examinado el fenómeno desde el punto de vista del siniestro enemigo (bueno, quizás Syriana lo hizo con bastante claridad e imparcialidad), y por eso Traidor resulta un refrescante y muy emocionante retrato de las causas que motivan la rebelión y disgusto contra la expansión norteamericana.
El protagonista es Samir Horn (Don Cheadle), ciudadano norteamericano musulmán con experiencia en explosivos que está por ayudar a una organización terrorista en un masivo ataque a los Estados Unidos. Mientras tanto, la diversa sopa de letras de la inteligencia estadounidense (CIA, FBI, NSA, etc.), tiene distintas interpretaciones de la complicidad de Samir, y cada institución trata de explotar los muy distintos (y en ocasiones contradictorios) aspectos de la situación. Pero sólo de boca de Samir podremos entender su más básica motivación y expectativas para aliarse con los extremistas religiosos que unos califican como "terroristas", y otros como devotos de su religión y fieles a la palabra de Dios.
Esa cambiante perspectiva hace que la historia adquiera niveles insospechados de provocación intelectual y emocional, aunque destilada en sus componentes básicos resulte ser poco novedosa y hasta cierto punto predecible (considerando que estamos viendo una película hollywoodense). Los guionistas Jeffrey Nachmanoff (también el director) y Steve Martin (más conocido por su carrera como comediante) se rehúsan a darnos respuestas fáciles sobre los conflictos ideológicos, y pintan una desconsoladora imagen de la política internacional, en la que conceptos como "lealtad" y "traición" no son ni buenos ni malos, sino sólo herramientas útiles para manipular opiniones, percepción pública y legislación, todo en aras de alinear los resultados con los deseos de quien esté en el poder en un momento determinado.
Por eso me decepcionó un poco el final. No cabe duda que es satisfactorio y apropiado en vista de lo que presenciamos durante la película, pero no puedo dejar de pensar que en la realidad rara vez las cosas terminan como en las películas. Pero por lo demás, Traidor me pareció un audaz experimento que va más allá de las fáciles denuncias de patriotismo y derechos humanos que enarbolan tantas otras películas, mostrándonos que el mundo realmente trabaja en una escala de gris, y no en el simplista blanco y negro que los políticos nos quieren vender.
Pero, dejando a un lado diatribas políticas que definitivamente no estoy preparado para elaborar, Traidor funciona de manera perfecta como un thriller increíblemente tenso y ambiguo, con personajes económicamente definidos y muy realistas que ocupan sus ambiguas posiciones sin revelar sus genuinos propósitos, provocando en el espectador un delicioso suspenso que nos mantiene especulando sobre la dirección que tomará la historia. La dirección de Nachmanoff es discreta y nada aparatosa, lo cual resta un poco de dinamismo a la narrativa, pero a la vez evita convertirla en un sobre-producido espectáculo de acción. Las actuaciones son desde luego impecables, no sólo del siempre confiable Don Cheadle, sino del enigmático elenco de apoyo, en el que destacan Saïd Taghmaoui como el contacto con la organización terrorista, y Jeff Daniels como un contratista de seguridad ("mercenario" en el idioma político), en un raro papel dramático que una vez más demuestra el amplio rango de este versátil actor, más conocido por sus comedias y cintas familiares. Por todo eso puedo recomendarla con confianza, pues incluso sin considerar el trasfondo político resulta una fascinante película que no tiene problema alguno manteniendo el interés y la intriga para impulsar su mensaje, mismo que debe ser interpretado por el espectador añadiendo su propia perspectiva e ideología. Y, a fin de cuentas, ¿no es eso mismo lo que define al arte?
Calificación: 8.5
Y hablando de películas políticas (esta que reseñas me interesó muchísimo cuando vi los trailers, y me confirmaste que vale la pena verla), ¿ya viene la crítica de la nueva de Oliver Stone?. Esa es una que ya no puedo esperar a que la estrenen aquí.
ResponderBorrarSaludos.
Je, je, mi otro cometario, en Ceguera no era muy claro, ¿verdad? En realidad, es porque estaba nervioso (o, más bien, emocionado). La verdad es que no he visto ningún trailer en la televisión, ni mucho menos la esperanza de que estrenen la película pronto. Las cosas es Vallarta son complicadas en el aspecto de los estrenos... a menos que sea una de Harry Potter o de Spider Man. Como sea, no tenía interés en ver la peli (¿cómo iba a tenerlo si ni siquiera sabía de ella?) pero ahora como me metiste el bichito y espero que se estrene pronto.
ResponderBorrarPor lo demás, muchas felicidades por tener un gran sitio Web, el cual visitaba por lo menos una vez a la semana.
Otra cosa: no quiero darte sugerencias ni nada, pero me gustaría mucho saber cuál es tu opinión en películas como High School Musical.
¡Salu2!
Ulises de Puerto Vallarta.
@lfredo: Yo también la espero, pero con cierta reserva, pues me parece que Oliver Stone quedó ya "curado" de su incisiva visión política, como demostró en cintas como "Nixon" y "World Trade Center". Entiendo que no todas sus películas puedan ser tan controversiales y explosivas como "JFK" o "Natural Born Killers", pero me parece que ahora peca de modestia y reserva. Además, ¿5 años de guerra en Irak y lo mejor que se le ocurre es una biografía de Bush? Desde luego no quiero prejuzgar, pero creo que una baja expectativa será lo más adecuado. Muchos saludos y gracias.
ResponderBorrarM.U.R. Valdez: Entiendo perfectamente tu problema. Como he mencionado en muchas ocasiones, creo que la distribución de películas en mercados hispanohablantes es casi una ciencia oculta, pues es un fenómeno impredecible y en ocasiones ilógico. Sólo queda esperar que la infraestructura de telecomunicaciones avance más rápidamente para poder cobijarnos en la distribución digital, y olvidarnos de los caprichos corporativos que toman esas decisiones.
Muchas gracias también por tus felicitaciones. Como dije antes, espero no decepcionar en este nuevo formato.
Y en cuanto a "High School Musical", debo confesar que ni siquiera vi completa la primera parte. Creo que ya estoy demasiado viejo para sentirme atraído por los huecos bailes y pre-fabricadas canciones; además, no soporté la artificialidad del tono, ni la frivolidad de la historia. No por ello digo que sea mala... simplemente estoy totalmente fuera de su alcance en todos los niveles de atracción posibles. Bueno... quizás las chicas están guapas, pero no tanto como para invertir hora y media en una película. Muchas gracias y mucha suerte con los estrenos; espero que "Traidor" y otras cintas de bajo perfil pero alta calidad lleguen pronto por allá.