ChromeSkull: Laid to Rest 2

La original Laid to Rest me pareció una incoherente cinta "slasher" parcialmente redimida por su pintoresco villano, estilizada dirección y por los increíbles efectos "gore" del estudio Almost Human, quienes se dieron gusto creando algunas de las más grotescas y sangrientas muertes que he visto en el cine de horror independiente. Pero en serio, la trama no tenía pies ni cabeza. Ahora, dos años después, nos llega la inevitable secuela ChromeSkull: Laid to Rest 2, y aunque su argumento también deja abundantes incógnitas, al menos es mucho más claro y provocativo. Tanto, de hecho, que no es como ninguna otra cinta "slasher" que haya visto.

La trama comienza exactamente donde terminó la película anterior (aunque no hace falta haber visto aquella para entender ésta). El villano ChromeSkull (llamado así por su brillante máscara cromada, en caso de que el póster no lo deje claro) murió a manos de la chica final (Allison Kyler, reemplazando a Bobbi Sue Luther), quien escapa junto con su amigo Tommy (Thomas Dekker) del pueblo abandonado donde el asesino llevó a cabo su masacre. Pero... ¡un momento! ChromeSkull no está muerto, sino solo gravemente herido, como confirma el misterioso equipo de mercenarios (o algo así) que rescatan su cuerpo y lo llevan a un quirófano, donde lo estabilizan y curan sus múltiples heridas (aunque su rostro queda horriblemente desfigurado). Un tiempo después, cuando el asesino está en camino de la recuperación, su fiel asistente Spann (Danielle Harris) encuentra otra víctima para ser torturada por el maniático; pero el secuestro de la joven Jess (Mimi Michaels) inicia una investigación a cargo del Agente Sells (Jonathan Schaech), la cual se complicará porque Preston, otro empleado de ChromeSkull, se cansó de ver de lejos las atrocidades de su jefe, y ahora está buscando sus propias víctimas…

¿Perdón? ¿Un asesino enmascarado con "staff", oficinas, equipo médico y obreros especializados en construir armas punzo-cortantes? Así parece. Pero el director Robert Hall no tiene intención de profundizar en este enigmático concepto, así que tenemos que sacar nuestras propias conclusiones. Lo cual, pensándolo bien, fue un acierto, pues la falta de respuestas mantiene el suspenso hasta el final, y al mismo tiempo prepara el camino para una futura secuela. Por cierto, quienes estén pensando que Chromeskull: Laid to Rest 2 suena como un plagio de Saw, tienen algo de razón (la escena final, después de los créditos, podría ser un simple homenaje o un vulgar plagio); sin embargo creo que pertenecen a diferentes sub-géneros, y además su tono es tan distinto que estoy dispuesto a ignorar las semejanzas para pretender que encontré algo innovador (sí, ya sé que el optimismo será mi ruina).

Habiendo dicho esto, el personaje de ChromeSkull está MUY lejos de llegar al salón de la fama "slasher", y sospecho que jamás ocupará un lugar junto a Freddy Krueger, Jason Voorhees o Michael Myers. Sin embargo puedo recomendar ChromeSkull: Laid to Rest 2 (de preferencia en su versión "UNRATED") como una sólida e inesperadamente ingeniosa cinta de horror directa a DVD, lo cual, naturalmente, trae consigo las acostumbradas advertencias sobre cuestionables actuaciones, escenarios baratos y ritmo irregular. Aunque, para ser honestos, Nick Principe imprime bastante personalidad en el lacónico villano sin decir una sola palabra, mientras que Mimi Michaels realiza un excelente trabajo como la atractiva víctima en turno (en ropa interior durante gran parte de la película... algunas cosas nunca cambian en el cine de terror). Y claro, para fans de la antigua serie Beverly Hills 90210 será divertido ver a Brian Austin Green como el más violento e inestable esbirro de ChromeSkull.

No pensé que fuera posible, pero debo admitir que la secuela superó en todo a la original (incluyendo los efectos especiales), y me apunto desde ahora para la tercera parte, siempre y cuando el director logre dar un salto tan grande en la calidad de su película como lo fue esta segunda parte respecto a la original. Y desde luego el ingrediente indispensable será contratar por tercera vez a los genios de Almost Human para realizar sus impresionantes despliegues de "gore" clásico, realizados con herramientas tradicionales, torcida sensibilidad y obvio amor por está menospreciada expresión de arte cinematográfico. Stan Winston estaría orgulloso de sus ex-discípulos.

Calificacion: 7