Al principio de Los Agentes del Destino presenciamos la derrota electoral de David Norris (Matt Damon), quien trataba de ocupar un puesto en el senado de los Estados Unidos. Pero el fatídico día toma un rumbo positivo cuando conoce casualmente a Elise Sellas (Emily Blunt), una amigable bailarina de la que David queda instantáneamente prendado. Sin embargo, un grupo de misteriosos "agentes" están empeñados en evitar el incipiente romance, y para hacerlo emplean sus extraños poderes para alterar la realidad. David descubre esta pesadillesca conspiración, y se da cuenta de que el mundo es mucho más complicado de lo que parece... sin embargo, nada de eso disminuye su atracción por Elise, y hará hasta lo imposible para encontrarla de nuevo.
No quiero revelar más porque me gustó mucho descubrir a la par del protagonista las pistas y revelaciones de los "agentes" mencionados en el título. Cierto, a veces las explicaciones bordean peligrosamente en terreno religioso, pero el director y guionista George Nolfi encuentra el modo de conciliar la ambigua naturaleza de los antagonistas con las expectativas del espectador. En otras palabras, la película se abstiene de darnos respuestas definitivas, y prefiere señalar rutas divergentes para que cada quien saque sus propias conclusiones según su particular ideología. Ese mismo balance entre lo evidente y lo implícito reviste los demás elementos de la trama, de modo que Los Agentes del Destino podría dejar igualmente satisfechos a quienes solo busquen un rato de suspenso, romance y aventura; y a quienes deseen analizar a profundidad los conceptos detrás de la historia, especulando sobre todo lo que se sugiere, pero no se explica.
En general no soy afecto al cine romántico, y creo que es porque rara vez lo siento real y sincero. Hay muchas películas que se limitan a presentarnos una pareja atractiva y esperan que aceptemos su relación sin cuestionar sus motivos o credibilidad. Por el contrario, Los Agentes del Destino gira en torno a un romance intenso y verosímil entre los personajes de Matt Damon y Emily Blunt, quienes tienen perfecta química, y además hacen un gran trabajo dando legítima vida a sus sentimientos. No niego que la trama nos exija dar un “salto de fe” de vez en cuando, pero no tuve problema aceptando la mutua atracción entre los protagonistas. De hecho, es indispensable que así sea, pues el romance no es solo un adorno de la narrativa, sino su eje absoluto, y si no hubiera funcionado, el resto de la película se desplomaría por falta de cohesión.
Habiendo dicho eso, señalaré también que la historia me pareció demasiado tenue para respaldar las ambiciosas ideas que la impulsan. El aspecto metafísico (o cósmico, o religioso, o lo que sea) me pareció muy interesante, pero sentí que fue traicionado por el final, demasiado conveniente y predecible, que reduce el potencial de la historia a un simple melodrama romántico en el que los enamorados necesitan superar enormes obstáculos para estar juntos, o verse separados para siempre. Sí, entiendo el idealista subtexto de "el amor mueve al mundo", pero una premisa tan provocativa y ambiciosa (como debe ser toda buena ciencia ficción) pudo aprovecharse mejor, o darle una escala dramática más amplia, sin perder el aspecto íntimo de los protagonistas.
A pesar de esas quejas, disfruté mucho Los Agentes del Destino, y no me molestó para nada que deseche los más bizarros elementos del cuento corto (no se preocupen... aquí no hay perros parlantes) para forjar su propio estilo y crear un mundo fascinante, habitado por personajes sólidos e interesantes. Además de Damon y Blunt, vale la pena señalar a Anthony Mackie y John Slattery como "burócratas cósmicos" haciendo su mejor esfuerzo por lidiar con los impredecibles humanos y sus estorbosos sentimientos. Y, desde luego, el siempre confiable Terence Stamp añade una nota de distinción con su profunda voz y presencia escénica que es como un efecto especial por sí mismo, atrayendo nuestra atención y apoderándose de cada escena. Como dije al principio, el director/guionista George Nolfi ha creado una impresionante “opera prima”, y ya se perfila como un inesperado talento en el cine fantástico (digo "inesperado" porque en su filmografía previa como escritor podemos encontrar chascos del tamaño de Timeline y mediocridades como The Sentinel). Y si bien Los Agentes del Destino quizás no llegue a niveles clásicos, podría mencionarse como digna sucesora de otras inteligentes obras de ciencia ficción, como Gattaca, Dark City o, ¿por qué no?, Inception (espero con temor sus comentarios).
Calificación: 8.5
Querido Pablo: ¿ya que tú eres enemígo acérimo de las comedias melosas, qué calificación le darías a "Shakespare In Love"? Mi hermana le dio un 10, aunque tú no lo creas.
ResponderBorrarKollebra: Pablo escribió lo siguiente sobre Shakespeare in Love en el blog de Cinencanto: ""Shakespeare in Love": 7 (entretenida comedia romántica con un inusual "gimmick" histórico, pero no me pareció nada extraordinario)"
ResponderBorrarSaludos!
Koolebra: De nuevo el gran ANÓNIMO actuó rápidamente y encontró la respuesta. Gracias a ambos!
ResponderBorrarANÓNIMO: Otra oportuna participación. Mil gracias y un abrazo!