Descrita por sus creadores como un "documental híbrido", la película Paper Heart pisotea de manera deliciosamente arbitraria la difusa línea entre realidad y ficción. Y aunque muchas escenas me hicieron cuestionar la intención y validez de este extraño formato, no puedo negar mi aprecio por el resultado final, que podría tomarse simultáneamente como una sincera expresión artística de ideas planteadas por la actriz y escritora Charlyne Yi, y como un estudiado "performance" cínicamente estructurado y empacado para consumo comercial. Como sea, me hizo reír, pensar y reír de nuevo (esta vez con un poco de sorna); y, sobre todo, despertó mi interés en la obra futura de Yi, cuyo humor y "chispa" personal espero ver en futuros proyectos.
La situación es ésta: Charlyne Yi es una comediante semi-amateur en Los Ángeles, pero su vida personal sufre debido a su incapacidad para sentir amor. Entonces, con ayuda del cineasta Nicholas Jasenovec (Jake M. Johnson), Yi decide filmar un documental con entrevistas a muy variadas personas que han encontrado éxito en sus relaciones románticas; con suerte, las respuestas servirán para orientar a la joven en su búsqueda del amor real que completará su vida. Y así, con Jasenovec y su camarógrafo a cuestas, Yi recorre los Estados Unidos en busca de parejas sólidas, celebridades y hasta niños que puedan aconsejarle sobre ese delicado tema. Pero el viaje toma un inesperado giro cuando Yi conoce al actor Michael Cera en una fiesta, e inician una tímida relación que eventualmente se interpone en la filmación del documental... y viceversa. ¿Habrá Charlyne encontrado finalmente el amor que siempre buscó? ¿O será otro experimento saboteado por la inseguridad de la muchacha y las intromisiones de la cámara que trata de filmar cada detalle de su frágil romance?
Asumo que la descripción de "documental híbrido" expresa la combinación de realidad y fantasía que entreteje esta película. Por un lado, Charlyne Yi y Michael Cera son personas reales, y aparecen como ellos mismos; pero el "director" Nicholas Jasenovec (el director real de la cinta) aparece en la pantalla interpretado por el actor Jack M. Johnson. ¿Suena confuso? Quizás lo sea pero, en la mejor tradición del “mockumentary”, no importan tanto los detalles técnicos sino los resultados. Incluso si ignoramos su dudosa honestidad emocional, Paper Heart nos ofrece pasar un rato en compañía de personajes simpáticos e interesantes, cuyos vaivenes amorosos son suficientemente creíbles para evocar recuerdos en el espectador, pero tomados con el humor necesario para mantener la experiencia ligera y casual, sin caer en trémulo drama o inapropiada tragedia que no se justificaría por la frívola naturaleza de la producción.
Hablando de frivolidad, otro atractivo de Paper Heart (y tal vez el origen de su nombre) reside en las ocasionales secuencias animadas que ilustran las entrevistas con una graciosa combinación de marionetas y chuscas maquetas de cartón, acompañadas de excelente música e ingeniosa cinematografía. Además de su intrínseco humor, estos coloridos pasajes aportan variedad que nos permite descansar por un momento de la constante cámara al hombro y del denso carácter "pseudo-amateur" manifestado por el plano video y abrupta edición.
No obstante, esa improvisada atmósfera contribuye al estilo y humor de Paper Hearts, y estimo que quien haya disfrutado cintas como Juno, Nick and Norah's Infinite Playlist, 500 Days of Summer y el resto del moderno cine indie-romántico-post-moderno encontrará similar satisfacción en esta sencilla y divertida película que quizás no revele grandes verdades sobre el amor, pero al menos señala con inusual sagacidad las falacias románticas que hemos absorbido tras años de clichés en repetitivas comedias románticas. No quiero decir que Paper Heart tenga las "altas" aspiraciones sociológicas de Borat (ni su vulgar malicia); sin embargo me agradó encontrar un poco de honestidad entre sus nebulosas ilusiones de "realismo"; y, al menos para mi, esa fue suficiente sustancia para validar sus más etéreos atributos.
Calificación: 8
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