También conocida como Joy Ride 2, se trata de otra secuela directa a DVD que trata de explotar el marginal éxito de su (mediocre) predecesora. Esta común práctica (quizás establecida por Disney) puede parecer mercenaria y deshonesta, pero soy el primero en aceptar que muchas de estas baratas continuaciones han resultado inesperadamente entretenidas y satisfactorias... aunque ese fenómeno podría obedecer tan sólo a las bajas expectativas con las que uno enfrenta, por ejemplo, la cuarta parte de Species o la tercera de Starship Troopers. Lamentablemente Joy Ride: Dead Ahead no alcanza ese mínimo estándar debido a su lerdo guión y a sus desagradables personajes. Peor aún, pierde la oportunidad de ser al menos lo suficientemente grotesca o violenta para satisfacer a los complacientes fanáticos del "gore" que vemos esas instancias de derrame visceral como el único aspecto rescatable en muchas otras cintas de igual o menor calidad, pero con mejores ideas de lo que buscan los fans.
Joy Ride: Dead Ahead sigue de nuevo los crueles crímenes de Rusty Nails (Mark Gibbon), el violento e inestable camionero que aterrorizó a los personajes de la primera cinta después de una inocente (aunque irritante) broma radial. Esta vez la ofensa contra el camionero es más severa: dos parejas de jóvenes se dirigen a Las Vegas para unas vacaciones de juego y diversión, pero su automóvil se descompone y se ven forzados a caminar por el desierto, hasta que encuentran una casa aparentemente abandonada, donde encuentran un vehículo apropiado para continuar su viaje, y deciden tomarlo prestado, dejando su número telefónico para explicar al dueño la situación que los orilló a tomar esa dudosa decisión. Por supuesto, la casa y el coche resultan ser propiedad de Rusty, y así comienza otra venganza por parte del cruel camionero, que comienza por secuestrar a uno de los jóvenes, para obligar a los demás a realizar ciertos perturbadores "trabajos"... y evitar que acudan a la policía.
Desde los primeros minutos se vuelve evidente que el director Louis Morneau (cuya filmografía incluye bodrios intolerables como Bats y Carnosaur 2) hace su mejor esfuerzo por convertir al casi invisible Rusty en una figura temible y amenazadora, pero ya sea por falta de presupuesto o de valor, no logra darle vida al personaje... simplemente se trata de un genérico maniático cuyo único motivo para matar es que así lo dicta el guión. Por otro lado tenemos a los supuestos "héroes": un cuarteto de jóvenes estridentes e irritantes cuya odiosa actitud sólo logra que el espectador desee que sus respectivas muertes se aceleren lo más posible, para terminar de una vez con la película. Quizás la excepción sea Niki Aycox, pero no porque sea una particularmente buena actriz, sino porque es la única con un atisbo de sentido común y raciocinio.
La original Joy Ride (escrita por el ahora mega-exitoso J.J. Abrams) no era mucho mejor, pero al menos tenía escenas de acción bien coreografiadas, algunos actores competentes (como Steve Zahn y Leelee Sobieski) y un ingenioso final que en cierto modo compensaba muchas de sus fallas. Joy Ride: Dead Ahead intenta duplicar la fórmula añadiendo algunos elementos de tortura y hueca psicología, pero el resultado es repetitivo y cansado. Sin embargo, no es razón suficiente para abandonar las secuelas directas a DVD, pues si bien ésta falló estrepitosamente, siempre queda la esperanza de que el futuro nos depare obras imperfectas pero totalmente disfrutables, como Wrong Turn 2: Dead End, Return to the House on Haunted Hill y las mencionadas Species: The Awakening y Starship Troopers 3: Marauder. Pero les aseguro que no seré tan optimista la próxima vez.
Calificación: 5
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