A mediados de los ochentas la compañía productora Empire Pictures parecía un oasis  creativo en el desierto de mediocridad del video casero. Mientras otras  empresas buscaban infiltrarse en ese naciente mercado con baratas  películas "slasher" e insulsas comedias juveniles, el productor y  director Charles Band vio la oportunidad de crear obras mucho más  ambiciosas... aunque de muy modesta manufactura. 25 años después sigue  siendo admirable que, con mínimos recursos, Band y su equipo de sufridos  colaboradores (entre los que se contaban Ted Nicolaou, Dave DeCoteau y  Courtney C. Joyner, quienes después ganarían renombre por derecho propio  como prolíficos directores del cine B) se arriesgaran a hacer películas  como Robot Jox (con peleas de robots gigantes), Puppet Master (juguetes asesinos) y, claro,  su más famosa obra, Re-Animator (que el estudio solo  distribuyó). Eventualmente Empire Pictures cayó bajo el peso de su gran  ambición, aunque Band resucitó el proyecto en la forma de Full Moon Entertainment,  la cual sigue produciendo material de variable calidad hasta este día.  Sin embargo una de mis favoritas del venerable catálogo de Empire es la  menospreciada Trancers, un extraño pero muy divertido  híbrido de Blade Runner, Terminator y Night of the Living Dead,  ejecutado con gran energía y sutil humor, gracias a la notable labor de  un dueto de escritores que eventualmente encontrarían trabajo en más  respetables niveles de Hollywood.
Trancers se centra en las aventuras de Jack  Deth (Tim Thomerson), el mejor policía en la ciudad de "Lost Angeles",  semi-sumergida en el océano después del devastador terremoto del año  2230. Además de los crímenes habituales en ese mundo post-apocalíptico,  el principal problema son los "trancers", agresivos zombies controlados  por el maligno Dr. Whistler (Michael Stefani). Pero las fechorías del  villano apenas comienzan, pues su más reciente plan incluye regresar en  el tiempo al año 1985 con el fin de exterminar a los ancestros de los  tres líderes que mantienen el precario orden del planeta. Entonces, bajo  severa presión gubernamental, el iracundo Jefe McNulty (Art LaFleur)  recluta a Deth, su mejor agente, para seguir a Whistler e impedir que  destruya las esperanzas de la humanidad. Mas no será fácil... el método  que usan para viajar en el tiempo impide la transmisión de material  orgánico; solo puede viajar al pasado la conciencia del individuo para  ocupar el cuerpo de uno de sus antepasados. Afortunadamente Deth tiene  un ancestro en Los Ángeles del siglo veinte y así, con un cuerpo prestado, comienza su búsqueda de Whistler. Pero la "antigua" ciudad es incomprensible para el policía del futuro, y para cumplir su  misión necesitará la ayuda de un beisbolista indigente, de la guapa Lena (Helen Hunt), novia de su  ancestro, y del mismo McNulty... cuya  conciencia ahora ocupa el cuerpo de una niña de 9 años.
Suena  bastante absurdo, pero el surrealismo del argumento es parte fundamental  de su encanto, así como el travieso sentido del humor que usaron los  guionistas Danny Bilson y Paul DeMeo para balancear los clichés de  acción y ciencia ficción que integran la trama de Trancers. El asunto de los zombies  (perdón, "trancers") no tiene mucho sentido, y obviamente funciona como  conveniente generador de antagonistas para que Deth pueda exterminarlos  sin cargo de conciencia ni excesivas explicaciones. Por otro lado, hay  muchos atisbos de ingenio en los detalles de la trama, desde el reloj  que "estira" un segundo para que el protagonista pueda escapar alguna  situación peligrosa, hasta el mencionado sistema de viaje en el tiempo  (no exento de paradojas que piadosamente se ignoran). También me gusta  la dirección de Charles Band, fluida, económica y por alguna razón más  coherente que el estilo "experimental" (manera amable de decir “confuso")  mostrado en otras películas. Le atribuyo ese favor al  editor Ted Nicolaou, quien mantiene un ritmo veloz, pero sabe cuando  dejar que las escenas "respiren" para no arruinar la divertida  interacción entre Tim Thomerson y Helen Hunt.
Lo cual me lleva a  la razón principal para disfrutar Trancers: la química entre la pareja  protagónica. Antes de volverse una figura popular en el cine B de los  ochentas y noventas, Tim Thomerson tuvo una breve carrera como  comediante, y se nota su fino instinto humorístico en la interpretación  de Jack Deth, típico anti-héroe "noir" con suficiente convicción para  dar peso a las escenas dramáticas, y al mismo tiempo poseedor de una ligereza que nos recuerda no tomar muy en serio la película, pero sin burlarse del material ni del público. En el papel femenino  tenemos a Helen Hunt, quien ganaría fama y premios en su posterior  trabajo fílmico (As Good as It Gets) y  televisivo (Mad About You); sin embargo es  posible distinguir su talento desde estos humildes comienzos, así como  su sólida ética profesional. Sospecho que el papel originalmente pedía  una típica "rubia californiana", y por un afortunado  accidente Hunt superó esa simple expectativa con un honesto trabajo de actuación, bien balanceado y sin salirse  del extravagante contexto que habita. Y, claro, para sus fans será  divertido verla en pleno ajuar de los ochentas, incluyendo exóticos  peinados y ropa semi-punk.P
ara crédito de la actriz, también  apareció en Trancers 2, y tuvo un cameo en la tercera. Pero sobra decir que la calidad de las  secuelas declinó rápidamente, y ninguna alcanzó el nivel de la original.  Trancers 6 se estrenó en el 2002 (sin  Thomerson) y desde entonces la franquicia está en el limbo... aunque  Charles Band sigue exprimiendo dólares de sus viejas películas (en  particular la inextinguible Puppet Master), así que nunca se sabe qué  "re-invención" podría recetarnos en el futuro. De cualquier modo, para  disfrutar la original Trancers es preciso recordar que  viene de la época pre-digital, y por lo tanto sus efectos ópticos son  escasos y primitivos; tampoco fluye mucha sangre ni hay que esperar los  "stunts" del cine de acción hollywoodense (la escena más complicada es  una motoneta atravesando una ventana). Y por si fuera poco, la banda  sonora está plagada de percusiones sintéticas y blandos sintetizadores  (aunque el tema principal es razonablemente "épico"). Aún así encuentro  muy entretenida esta inolvidable rebanada de nostalgia ochentera donde  se conjugaron mágicamente elementos de cuestionable calidad para generar  algo que resultó ser mayor que la suma de sus partes. De ningún modo  compite con la mejor ciencia ficción "seria" de aquella década, pero Trancers siempre será un feliz  recordatorio de que el cine de bajo presupuesto puede lograr grandes  cosas sin siquiera proponérselo.Calificación: 8.5
Pablo, cuando dejas el link de Amazon sobre el título de cualquier palabra o película, haces referencia a que tienes tal o cual DVD o Blu-Ray en tu colección o a qué viene tal selección? Simple curiosidad...
ResponderBorrarP.D. Noté que en la última imagen de la crítica (casi cerca de la calificación) el párrafo comienza encima del recuadro... y si no me equivoco, también pasó lo mismo en la de "Eclipse" (entre otras más viejas).
ResponderBorrarNo es una queja, simplemente me gustaría saber si fue intencional.
Saludos y seguiré leyéndote.
Eddie
Por lo demás, excelente crítica como siempre
ResponderBorrarY una última pregunta: la hora de publicación de las críticas coincide con la hora de México. Recién en casa publicas o escribes la crítica o la comienzas a escribir de a poco y al rato la continuas, modificas, editas, etc..
Pregunto por la hora que aparece debajo de la crítica ;-)
ResponderBorrarHola Pablo, te interesa ver Creation?
ResponderBorrarShuky: Si te refieres a la cinta biográfica de Charles Darwin, me interesa más por los actores que por el tema, aunque el director Jon Amiel ha hecho cosas buenas. Saludos y gracias!
ResponderBorrarHijole dificil de creer que Empire tuvo que ver algo con Reanimator, de esta casa solo me interese en Puppet master (y las secuelas) y algunos de los filmes de Stuart Gordon como Dolls o Castle freak, Trancers no me llamo nunca mucho la atención, talvez la veria por la quimica que mencionas de Thomerson y Hunt, me parece que muchas de estas películas fueron distribuidas aquí por Videomax, empresa ochentera de video que siempre se intereso en productos de bajo perfil y una que otra de alto presupuesto, y que aun se mantiene en el mercado con otras sucursales, pero gracias por traerme esos recuerdos Pablo.
ResponderBorrarZombidromo: Gracias a ti. Y entiendo perfectamente lo que dices; se que las cintas de Empire (y, posteriormente, Full Moon) son un "gusto adquirido". Pero bueno, tienen su lugar en el cine fantástico de los ochentas. Un saludo y gracias!
ResponderBorrarRecuerdo bien esta película y la emoción que me dejó después de verla. También es de mis favoritas.
ResponderBorrarPor cierto, y complementando el comentario de zombidromo, la película tanto en VHS como DVD se conoció aquí en México con el título inexacto de "Cazador de zombies".
Psico: Me da gusto encontrar más gente que recuerde esta ignorada película, y gracias por el dato de su título en México! Quizás así será más fácil encontrarla en algún canal de televisión o videoclub. Saludos y suerte!
ResponderBorrarPara cuando la review de Dollman?
ResponderBorrarJavier Asenjo: Mmh... Interesante idea. No me desagrada Dollman, y además es de Albert Pyun, uno de mis directores "B" favoritos; sin embargo me gustaría pasar primero por sus películas más representativas, y lo mismo aplicaría a Full Moon Pictures. Pero lo tendré en cuenta! Muchas gracias por la sugerencia y un abrazo!
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