Los fans del horror sin duda conocerán al legendario director Hershell Gordon Lewis, ampliamente aclamado como "el  Padrino del Gore" gracias a las exuberantes películas que realizó en los  sesentas y setentas, cuyo gráfico contenido desafió las convenciones  del género en aquellas décadas, cuando la industria del "cine B" aún  temía las consecuencias sociales y legales de "llegar demasiado lejos" al mostrar  escenas de muerte y violencia. Pero Lewis solo estaba interesado en  atraer al público por cualquier medio necesario, y sus torpes pero  divertidas obras tuvieron éxito instantáneo (auxiliadas por saludable  controversia) mostrando brutales asesinatos y sangrientas mutilaciones.  Sus películas, como The Wizard of Gore, 2000 Maniacs y Blood Feast, no han envejecido con mucha gracias, y lo  que era "transgresor" hace cuarenta años pierde impacto hoy debido a sus  primitivas técnicas y tono teatral; sin embargo Lewis fue un pionero  que merece ser recordado por sus contribuciones al cine de terror... y  ¿qué mejor homenaje que una película donde se emula su estilo visual,  ingeniosos conceptos y exagerados efectos especiales?
Esa  película/tributo es Smash Cut, del director canadiense Lee Demarbre, cuyo subversivo humor y estilo casi amateur  resultan perfectos para recrear la estética de H.G. Lewis. La trama se  centra en Able Whitman (David Hess), director de cine especializado en  horror, cuyas obras han sido despreciadas por la crítica y el público.  Sin embargo, mientras filma su nueva obra, Whitman descubre la fórmula  perfecta para alcanzar el realismo absoluto: usar cadáveres reales en  las escenas sangrientas. El problema es que no es fácil conseguir  voluntarios para someterse a su visión, de modo que el desesperado  cineasta tiene que buscar víctimas para continuar su película...  empezando por los críticos que lo denigraron en el pasado. Pero sus  actividades "creativas" han llamado la atención de la audaz reportera  April Carson (Sasha Grey), quien contrata los servicios del singular  detective Isaac Beaumonde (Jesse Buck) para encontrar la verdad.  ¿Logrará Whitman completar su obra maestra antes de que se descubra la  fuente de su inspiración?
No es fácil describir el estilo de Smash Cut, pero me pareció similar a otras  cintas de Demarbre (sobre todo Jesus Christ Vampire Hunter). Las  actuaciones son casi amateur, la cinematografía varía entre prosaicas  escenas mal iluminadas e incongruentes explosiones de color altamente  saturado (usualmente rojo), combinándose para formar un curioso cuadro  de contrastes que al menos muestra creatividad visual. Pero lo más  importante es el libreto, repleto de humor absurdista, astutos diálogos y  personajes tan excéntricos que se vuelven impredecibles... lo cual digo  como un cumplido. Además, como corresponde a todo homenaje, podemos  disfrutar la participación de figuras semi-célebres del horror fílmico,  como Michael Berryman, Ray Sager (en el papel de  un hipócrita sacerdote) y el mismo H.G. Lewis, quien aparece en un  simpático prólogo donde nos advierte sobre la intensidad del horror que  estamos por presenciar. David Hess (otro veterano del cine B) sobreactúa  con gran gusto y convicción como el abrumado director, ansioso por  completar su película, y al mismo tiempo torturado por su conciencia e  inseguro sobre los extremos a los que está llegando para probar su  talento. La famosa actriz porno Sasha Grey debuta en un papel "normal" (sí, aunque Smash Cut llegó a DVD más tarde, se  filmó antes que The Girlfriend Experience)  y no resulta particularmente creíble, aunque estimo que Demarbre la  incluyó como referencia a las actrices guapas pero de dudoso talento que  Lewis usaba en sus obras. Al menos quiero pensar eso para justificar  las escenas de Grey interpretando monólogos de Shakespeare  con involuntario humor. Digan lo que digan de Smash Cut, no se puede negar que esta humilde película  ofrece increíbles momentos de surrealismo cinematográfico que  enorgullecerían a Buñuel mismo. O lo enloquecerían. Lo que sea, el punto  es que la disfruté mucho, aunque no podría defenderla por sus atributos  objetivos.
Finalmente, no puedo dejar de mencionar la  maravillosa banda sonora, repleta de estridentes trompetas y siniestros  bongoes que evocan el espíritu del cine de explotación de los setentas,  sin caer en parodia del "post-modernismo". Por todo eso y más, Smash  Cut funciona como homenaje a H.G. Lewis y como cruda sátira de  la industria cinematográfica, al mismo tiempo que mantiene una muy  particular personalidad que quizás no la convierta en una buena  película, pero sin duda la transforma en una delirante experiencia de  arte cinematográfico (perdón, Sr. Lewis) repleta de humor, sangre,  horror, y genuino afecto por las raíces del género. La recomiendo para  fans del gore independiente, para estudiosos de películas de culto y,  claro, para quien no tema ponerse en manos de un cineasta canadiense con  cuestionable sentido común, pero mucho entusiasmo y energía para  entretenernos con sus ideas. No es necesario que una película sea  “buena" para divertirnos; H.G. Lewis lo sabía, y parece que sus  discípulos aprendieron bien la lección.Calificación: 7.5
Pablo cuales son tus expectativas sobre la proxima pelicula Splice y Predators.
ResponderBorrarGracias siempre por tus criticas, un saludo!.
Anónimo: Splice me interesa mucho por el tema, los actores y sobre todo por la presencia del director Vincenzo Natali, cuyas películas he disfrutado en el pasado; sin embargo los cortos más recientes parecen prometer un simple relato de horror y monstruos. Ojalá sea un simple truco publicitario y la realidad sea más interesante e ingeniosa. En cuanto a Predators, me encanta el personaje y me gustaron mucho las dos primeras películas; sin embargo la experiencia nos ha demostrado que los "reboots" (o lo que sea) rara vez funcionan. Ya veremos. Gracias y saludos!
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